VALENCLINIC incorpora una máquina HIFU, Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad para el rejuvenecimiento facial y corporal sin cirugía
8 de mayo de 201710 consejos para prevenir el cáncer de piel
13 de junio de 2017¿Hay días en los que notas falta de apetito, náuseas, vómitos, sensación de tener el estómago lleno, eructos excesivos, dolor o pérdida de peso inexplicable…?
Estos síntomas frecuentes -el 30% de los españoles afirma tener problemas estomacales- son manifestaciones que pueden aparecer en diversas enfermedades del aparato digestivo y ante los que conviene acudir al médico especialista en el aparato digestivo.
Ante estos síntomas recurrentes es importante acudir al médico -el 40% de los pacientes no va al médico cuando presenta algunos de ellos- ya que una de las causas puede ser la famosa Helicobacter pylori, una bacteria con forma de espiral que vive en el estómago y en el duodeno (la parte del intestino que sale del estómago) y está vinculada a la aparición de enfermedades del estómago, como la gastritis y las úlceras (pépticas, gástricas o duodenales). En España la bacteria está presente en aproximadamente el 50% de la población, aunque sólo provoca la infección en un pequeño porcentaje de los casos.
¿Qué es la Helicobacter pylori?
La Helicobacter pylori es una bacteria que puede afectar tanto a hombres como a mujeres y, una vez en el estomago, la bacteria induce una enfermedad crónica siendo la inflamación en casi todas las personas infectadas un rasgo recurrente. Pese a que los síntomas característicos de la infección por esta bacteria son frecuentes y leves, puede desembocar en enfermedades graves, como el cáncer gástrico.
¿Cómo se contagia la Helicobacter?
La bacteria Helicobacter se suele adquirir en los primeros meses de vida, y su contagio es de persona a persona. La infección se contagia de la boca de una persona a otra, sin embargo también puede transferirse desde las heces a la boca. Es decir, si una persona no se lava las manos después de usar el baño puede contagiarse con esta bacteria. Aunque todas las personas pueden contraer esta infección, se sabe que los niños son más propensos a infectarse con la bacteria principalmente por la falta de una higiene adecuada.
En cualquier caso, si alguno de los síntomas persiste (eructos excesivos, sensación de hinchazón, sensación de mareo o vómitos, pérdida del apetito o pérdida de peso) hay que consultar con el médico para que realice una valoración. Además, si se observa la presencia de sangre o heces fecales en color negro, es una señal importante de que se tiene que ir con el médico lo más pronto posible para evitar cualquier problema mayor.