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13 de julio de 2017Una catarata es una opacidad en el cristalino del ojo que dificulta la visión. Se trata de un envejecimiento ocular frente al que la cirugía es el mejor tratamiento. Existen factores, aparte de la edad, que pueden anticipar la aparición de cataratas. Un golpe, un corte, el calor intenso o una quemadura causada por agentes químicos son factores que puede lesionar el cristalino dando lugar a una catarata traumática.
Por su parte, el glaucoma es una enfermedad del ojo que disminuye el campo visual. Y lo hace sin advertencia previa, sin síntomas. En este caso, la pérdida de visión es causada por el daño que produce una presión intraocular excesiva sobre el nervio óptico. Tanto las cataratas como el glaucoma son parte del proceso natural del envejecimiento y es frecuente que las personas mayores de 60 años padezcan ambas enfermedades.
Y es que pese a que las cataratas y el glaucoma pueden producir la pérdida de visión, la principal diferencia entre ambas es que la pérdida debido a cataratas se puede revertir con la cirugía, mientras que la pérdida de visión debida al glaucoma es, hasta el momento, irreversible.
La cirugía puede restaurar la pérdida de la visión por una catarata
La cirugía de cataratas se plantea cuando la visión de una persona se ha reducido hasta el punto que interfiere con sus tareas diarias, bien sea por la disminución de cantidad o de calidad de la visión.
A diferencia de la pérdida de visión debido al glaucoma, la pérdida de visión debida a las cataratas, casi siempre puede ser recuperada. En la mayoría de los casos de cirugía de catarata, el cristalino opaco es extraído y reemplazado con una lente transparente, mediante el implante de una lente intraocular. El proceso de eliminación de la catarata se denomina facoemulsificación.
¿La cirugía de cataratas puede afectar al glaucoma? ¿Se pueden realizar ambas cirugías?
Cuando la catarata avanza y se desarrolla hace que el cristalino aumente su espesor. Esto puede provocar una disminución del espacio en la cámara anterior del ojo, modificar la presión intraocular y de ahí originarse un glaucoma.
Con la extracción del cristalino en la operación de cataratas se habilita un nuevo espacio que, en gran parte de los casos (aproximadamente el 60%) permite que se normalice la presión intraocular, haciendo que, en dichos casos, no sea necesario llegar a operar de glaucoma.
Por ello, en los pacientes que sufren cataratas y glaucoma, por lo general primero se recomienda la operación de cataratas para, a continuación, estudiar de nuevo el progreso de la presión ocular. Si esta se reduce, se evita al paciente tenerse que someter a la operación de glaucoma, la cual es más compleja que la de cataratas.
Por otro lado, ¿quién sufre glaucoma, tiene más riesgo de desarrollar cataratas?
Las personas con glaucoma no tienen, en general, un mayor riesgo de desarrollar cataratas. Como hemos comentado, ambas enfermedades son frecuentes con la edad, por lo que los pacientes que sufren una enfermedad también pueden padecer la otra.
Sin embargo, sí existen excepciones, como aquellos que padecen glaucoma debido a causas secundarias, como la inflamación del ojo, trauma ocular o esteroides. También corren mayor riesgo aquellos que han padecido enfermedades como rubéola congénita, que puede causar glaucoma, cataratas, y a veces ambos..
Si estás preocupado por alguna pérdida de visión, molestias oculares o te estás planteando una operación, puedes contactar con nuestra especialista en Cirugía Oftalmologica de VALENCLINIC, la Dra. Catalina Navarro Palop, que es experta en el tratamiento de Cataratas, Glaucoma, Retinopatía Diabética o Degeneración Macular relacionada con la edad (AMD).