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¿Es realmente saludable practicar deporte en verano? Hacer deporte en esta época no es ni mejor ni peor que hacerlo en otros periodos del año.
El ejercicio ayuda a poner en marcha la circulación, a fortalecer los músculos, a mejorar la resistencia y, en combinación con un déficit calórico, a perder peso de forma eficaz.
En principio, esto es así tanto en verano como en cualquier otra época del año. Hacer deporte es igual de saludable que en cualquier otra estación.
Sin embargo, sí que es verdad que hacer ejercicio en verano suele resultar mucho más difícil para todo el mundo.
Los entrenamientos son más agotadores en general y el propio rendimiento suele bajar. Esto se debe, en parte, al aumento de la luz solar y a las altas temperaturas, que pueden suponer un esfuerzo adicional para el organismo.
Veamos, a continuación, algunos consejos para practicar deporte en verano
– La gran importancia de la hidratación
Nuestro cuerpo pierde líquidos a través del sudor y la respiración. Por eso, es muy importante beber lo suficiente cuando hace calor, aunque no se sude mucho. Con tan solo una pérdida de líquido del 2% nuestro rendimiento baja muchísimo.
– Decidir bien la hora para hacer ejercicio
Debemos programar nuestra sesión de entrenamiento para evitar las altas temperaturas del mediodía. El mejor momento para hacer ejercicio es a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando la intensidad del sol va disminuyendo.
– Utilizar ropa deportiva adecuada
Simplemente con llevar la ropa adecuada, ayudamos a nuestro cuerpo a que se refresque más fácilmente.a ropa funcional es mucho más ligera y transpirable. Además, usar ropa blanca para nos la cabeza también ayuda a prevenir insolaciones.
– Encontrar el lugar idóneo
Buscar un lugar con sombra, por ejemplo, bajo un árbol o, si salimos a correr es buena idea hacerlo en un bosque o un parque. Por supuesto, también podemos entrenar en casa o en el gimnasio con el aire acondicionado enchufado.
– Comer mucha fruta y verdura
Las frutas y verduras son perfectas para el verano. Además de vitaminas y minerales, contienen mucholíquido, fibra y menos calorías que otros alimentos. Así, reponemos nuestras reservas de agua y ayudamos a mantener el déficit calórico.
– Bajar el ritmo
Los entrenamientos de alta intensidad ahorran mucho tiempo, pero con las altas temperaturas también suponen un gran esfuerzo para el cuerpo. Deberíamos bajar el ritmo y entrenar un poco más despacio. Si nuestro cuerpo se acostumbra a las altas temperaturas después de algunas sesiones de entrenamiento, podemos volver a aumentar lentamente la velocidad.
Prestar atención a las señales de peligro cuando practiquemos deporte en verano
Sin embargo, también debemos aprender a escuchar a nuestro cuerpo y tener en cuenta las señales que indiquen algún riesgo para la salud cuando estemos practicando ejercicio en verano.
Por ejemplo, los calambres por calor suelen ocurrir al practicar actividad física intensa a altas temperaturas. O, si nos encontramos pálidos, débiles, mareados, nos duele la cabeza o incluso vomitamos, significa que nos está dando una bajada de tensión por calor.
Debemos ponernos a la sombra inmediatamente, beber mucho líquido y colocarnos un paño refrescante en la frente. Si los síntomas son graves debemos acudir al médico, ya que podría tratarse de una insolación o un golpe de calor.
¿Se puede perder peso haciendo deporte a altas temperaturas?
El deporte, en combinación con un déficit calórico, ayuda a adelgazar. La época del año no influye para nada.
Sin embargo, si notas que pierdes peso con más facilidad en verano que en otras épocas, puede que sí que tenga algo que ver de manera indirecta.
Las altas temperaturas nos hacen sudar más, pero el sudor no es grasa quemada, sino agua que el cuerpo excreta a través de la piel para enfriarse.
Por lo tanto, esa pérdida de peso que experimentamos al sudar no es permanente. En cuanto tomamos líquidos a través de la comida o la bebida, la pérdida de agua se equilibra.
Sudar más no nos hará perder peso más rápido porque al sudar lo único que perdemos es agua.
Lo que sí ocurre es que, debido a las altas temperaturas, la gente bebemos más agua y comemos en menor cantidad y, cuando lo hacemos, ingerimos alimentos más ligeros en general, como frutas y verduras. Esto crea un mayor déficit calórico y hace que se pierda peso más rápidamente.
