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Cuando una mujer está embarazada experimenta numerosos cambios durante la gestación. Estos cambios pueden ser alteraciones hormonales, metabólicas e incluso de circulación sanguínea. También los ojos se pueden ver afectados y manifestar problemas como visión borrosa o sequedad ocular.
Además, es necesario advertir que si previamente se tenían problemas en los ojos estos problemas pueden aumentar durante el embarazo, ya que los cambios hormonales pueden agravar enfermedades previas como las de carácter inmunológico o la retinopatía diabética.
Desde VALENCLINIC no podemos sino afirmar que durante el embarazo es necesario vigilar la vista y acudir a un especialista para realizar una revisión ocular.
Muchos trastornos visuales durante el embarazo no son patológicos, es decir, la mujer deja de padecerlos tras el parto o la lactancia. Algunos ejemplos de estos casos son el síndrome del ojo seco o el aumento puntual de la miopía. Normalmente, estos problemas desaparecen pasados alrededor de 6 semanas después de dar a luz.
Sin embargo, hay problemas patológicos como hemorragias retinianas, elevación de la presión arterial o alteraciones de la coagulación que sí pueden dañar gravemente la vista si no se tratan a tiempo.
En definitiva, si durante esta etapa se experimenta una variación en las dioptrías no se debe cambiar de gafas o someterse a una cirugía, sino que lo más recomendable es acudir al oftalmólogo para una adecuada revisión de la vista.
